Cuando entrevistaba para Nunca olvides esto un directivo me dijo que aprendía de sus errores y de interrogar mil veces a las cosas. Entonces, de vez en cuando algo se aclaraba. Y me explicó lo siguiente:»
-Era vecino mío, un señor que era minero, un personaje increíble. Se llamaba Severiano. A veces, los técnicos se reunían y decidían atacar un tajo para sacar el carbón y decían:-» Vamos a sacarlo por aquí».
Severiano decía:- «Yo creo que por ahí no va la veta del carbón, va por ahí» y luego los ingenieros, con cierta desconfianza, iban por donde Severiano había indicado y lo encontraban. Sorprendidos una vez le preguntaron:
– «Severiano, cómo es que tu sabes por donde va el carbón» y él respondió: «Mirando mucho p’a ello».
Las conclusiones de este libro se hicieron mirando mucho p’a ello buscando la veta que conducía a responder una pregunta que quiero trasladarles: ¿ Qué hace grande a una persona, en este caso, qué hace grande a un directivo?
Los invito a que miremos juntos…