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Invitación a la presentación de La Caravana

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Lluis Bassat dijo de La Caravana

Agradecemos las palabras de Lluis Bassat  en el prólogo de La Caravana que a continuación transcribimos en Escritura Corporativa:

Este libro habla de viajes, pero no es un libro de viajes. Comenta el viaje a uno mismo, que puede ser el más apasionante de todos. Incluye diálogos, pero es mucho más que un diálogo. Habla con palabras que conmueven, pero también de hechos que arrastran. Menciona a Rafa Nadal, pero no es un libro de tenis.

Socio fundador de Bassat Ogilvy
Lluis Bassat acerca de La Caravana

Recomienda cantar para ser feliz en vez de cantar cuando eres feliz, aunque no es una obra de música. Confiesa que Mandela nunca llamó a la puerta de su despacho, ni Eisenhower, ni Mahatma Gandhi, ni Steve Jobs, pero sí muchas otras personas que necesitaban mejorar y que lo hicieron. Como lo hemos hecho todos los que hemos leído el libro de Nora Pojomovsky La Caravana. El life coaching transformador de Robert Karro, un libro lleno de experiencias que pueden transformar nuestra manera de ver las cosas, de trabajar y de vivir.

Lluis Bassat es diplomado en Ciencias Sociales y Administración de Empresas, reconocido publicista y socio-fundador de Bassat & Associados, posteriormente llamada Grupo Bassat Ogilvy.

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La Caravana

¡Al fin! Ya podemos hojear en las librerías de Cataluña y España el libro La Caravana. El life coaching del coach Robert Karro.

de Nora Pojomovsky
La Caravana, Editorial Obelisco.Es el resultado de entrevistas que he mantenido con el coach acerca de la transformación y los cambios en las empresas a partir de los valores. Estamos en un movimiento veloz e imparable que nos hacer perder el rumbo. La brújula y el timón que nos permiten discernir y decidir rápidamente son nuestros valores. Robert Karro nos explica desde sus trainings cómo es posible conectar con ellos sin perder de vista los valores y el reconocimiento constante de los demás.Comparto con vosotros la introducción:

 

La Caravana es un libro de viajes. Unos son largas travesías por sendas reales. Otros por el interior de nosotros mismos. Y los más, dirigidos al factor de mayor incidencia en la cuenta de resultados de las empresas: Los paradigmas de los líderes que hacen a los equipos consistentes y expansivos.
Pero en todos los casos La Caravana es una metáfora de la transformación. Nadie está cómodo en su lugar. Todos se mueven para alcanzar un sueño.

En este afán unos van a escapar de la barbarie en los amaneceres del nazismo europeo. Otros harán el recorrido para abrazar un  continente africano sin mapas y con riesgosas rutas antes del destierro. La inmensa mayoría son directivos que durante dos meses se disponen a hacer la travesía del desierto para encontrar su visión personal dentro del marco de su trabajo. Y todos, sin excepción, irán hacia el interior de sí mismos donde el espejo pregunta con insistencia: ¿Qué vas a hacer hoy para mejorar?

Hace más de cincuenta años un niño de siete años y su hermana de cinco acompañaron a sus padres durante largos 18000 kilómetros por las rutas de una África incierta, rotunda y generosa. Mirando hacia atrás, esta aventura en los comienzos de la vida del coach Robert Karro, será la que dé sentido a estos diálogos que hemos mantenido acerca de las verdaderas condiciones de la influencia en el liderazgo.

Quien escribe hizo su propio viaje. Mi participación en los trainings estaba pautada sólo a los efectos del reportaje para la redacción posterior del libro, pero, las preguntas calaban hondo y varias veces me encontré desmantelada ante el reflexivo preguntar de Robert Karro.

El acto de lectura es un misterio, quién sabe en qué trayecto La Caravana le descubre que el viaje vale la pena. Sólo podemos adelantarle que cada itinerario ha sido previamente validado por el principal protagonista. Quien a su vez, y por un exceso de respetuoso cuidado, quiere hacer saber que sus opiniones son absolutamente personales y en ellas no participa la empresa de coaching MRC a la que pertenece y co-lidera.

Tres viajes hizo el coach. Uno hacia los demás, cuando África se abrió sin miramientos hasta hacer nido en su corazón. Otro hacia sí mismo cuando su voz interior le preguntó qué estaba dispuesto a hacer para cambiar y un tercer viaje hasta ahora interminable con directivos de empresa que voluntariamente buscan dejar su zona de confort y asumen riesgos que a veces vulneran sus propios límites.
Nadie está quieto en este libro. Nadie está en su trinchera. Hablamos de personas  que han debido salir de la pasarela donde se lucen las medallas, para ponerse a disposición de enormes desafíos.

El mismo Coach, Robert Karro, descubre su doloroso tránsito hasta alcanzar su sueño: influir positivamente en la vida de la gente para ayudarles a despertar su talento.
Este descubrimiento abre la puerta a un nuevo mundo, una dimensión personal inimaginable que provee un sentido a lo que hacemos  y mejora la vida en las empresas. Es un convencido optimista. “Las empresas están cambiando”- nos dice. “-Los directivos van advirtiendo que su entorno puede transmutarse si se disponen a revisar y cambiar las creencias que les impiden crecer. La capacidad de transformación es el royalty más valioso que tenemos;  es el motor más poderoso que se puede transferir a las personas para su propio crecimiento y así hasta humanizar la vida de las empresas”.
Si sólo trabajamos para cumplir con nuestros objetivos personales tendremos asegurado un éxito momentáneo. Pero si somos capaces de conectar con una misión grupal crearemos efectividad a largo plazo. El paso a la interdependencia mejora nuestras vidas, nuestras familias y  los lugares donde transcurre la mayor parte de nuestra vida, la empresa.
La clave es la conectividad.  No se hace efectiva por email, por teléfono, o por las redes sociales, sino por habilitar puentes que van más allá de la palabra emitida y la emoción compartida. Mucho más allá de los acuerdos forzados de las negociaciones, y de los actos conciliatorios donde las partes ceden para resolver un conflicto, mientras esgrimen el trillado argumento de “ganar-ganar”, aunque en el fondo ambos sientan que han perdido.
La conexión se basa sobre valores compartidos, principios y conductas que existen desde el origen de la vida. Valores que no provienen de la mente sino del corazón, sólo así es posible que todos ganen, porque nadie está primero.
El propósito de este libro puede ser excesivamente pretencioso, en la medida que el deseo del Coach  no se limita a abrir solamente el coeficiente emocional e  intelectual sino también el espiritual, dando el valor que éste tiene.
-“He observado”-nos dice Robert-  “que cuando te transformas no puedes volver atrás: estás obligado. Ante un conflicto, una negociación o una simple reunión aprendes a reaccionar de modo distinto porque te han demostrado qué técnicas e influencias son oportunas y necesarias, por tanto tu capacidad de mejora como manager da muchos pasos adelante y consigues que tus equipos hagan porque hará bien al conjunto y no porque lo ordena el jefe. Esas dos cosas, marcan la diferencia en tu día a día. Pero sólo con técnicas no hacemos el cambio.
Y si alguien puede mejorar su vida, en gratitud aportará salud a sus relaciones familiares y  laborales, así mejorará todo el entorno.  A través de mi caminata hacia ellos soy un canal para que puedan encajar las piezas de su vida. Esta es mi misión personal. Trabajo desde el corazón porque quien lo hace desde la mente, manipula”.

En La Caravana no hay iluminados, estamos en la cuerda floja unos más que otros, algunos necesitan en determinadas etapas de su evolución ser coaches, otros coachees, nadie puede estar fijo en su rol de modo permanente porque comienza a ser víctima del primer freno del proceso de mejora, que es la soberbia.
La responsabilidad nos hace cooperar unos con otros y es allí donde se hace patente la transformación, verdadero tema de vuestro libro.

Nora Pojomovsky

Escritura corporativa

 

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Google, ¿me lees?

Social media según el coach Enrique San Juan

 

Retomo el blog de Escritura Corporativa después de haber dicho que no tengo tiempo y me resonara  a lugar común. Ya se sabe que no sobra, pero igual me lo voy a tomar. ¿De acuerdo, Sr. coach?

Quienes vivimos de (¿por?) la escritura caemos en algunas trampas mortales como suponer que a la hora de escribir el cliente está primero.  Si, lo está, pero después de nosotros. ¿Después? Lo dudo, pero seguro que en nosotros tampoco.